miércoles, 15 de septiembre de 2010

DÍA 103 - LISTAS, EMPLEO E ILUSIONES

Queridos lectores;

Siempre me dijeron que cuando se había tocado fondo, lo único que podía hacerse es subir, escalar, salir de ese hondo pozo en el que te encontrabas prisionero, rodeado de oscuridad. Que cuando te sentías perdido, encontrabas algo que te servía de guia. Y siempre que intentaba creer esas palabras, me perdía aún mas, o el pozo se derrumbaba sepultandome. Pero al fin, parece (y digo parece porque nunca se sabe los giros que da la vida) que las cosas empiezan a cambiar.

Al fin he abandonado Tomelloso, para irme a vivir a Murcia. Llevo aquí, desde el día 1 de septiembre, y a pesar de que el inicio fue un poco difícil, empezar de cero, sin estudios ni trabajo en una ciudad donde no conocías nada ni a nadie, poco a poco, estoy haciéndome mi hueco aquí. Y lo cierto es, que estoy consiguiendo encajar bastante bien. Mañana día 16, salen las listas provisionales de admitidos en Formación Profesional, y espero fervientemente ser admitido en algún ciclo, y poder estudiar algo, y no mantenerme parado ni estancado. Si es cierto, que lo que realmente quería hacer, que era Arte Dramático, no ha podido ser. Al menos no este año, en el que admito, merezco no haber sido admitido, porque no me lo tomé realmente en serio. Pero prometo cambiarlo, ahora que he comenzado una nueva vida.

Hoy he salido a echar currículos por Murcia, y aunque las espectativas no son buenas, sobretodo porque los sitios donde mas me interesaba me pillan lejísimos, pero no desespero, no pierdo la esperanza, y no por ello voy a dejar de intentarlo. Tengo motivos para luchar por quedarme aquí todo el tiempo que me sea posible. Siempre imaginé que mi vida fuera de Tomelloso cambiaría totalmente, y ahora que lo experimento, me doy cuenta que es cierto, y es muy posible... todo por cuanto luché en Tomelloso, lo estoy consiguiendo en menos tiempo aquí. Y eso, creo que me da aún mas ánimos por seguir intentándolo con todas mis fuerzas.

Y con Murcia, también han llegado nuevas ilusiones... y sobretodo infinidad de esperanzas. Mi corazón da mil latidos en un minuto, con cada mañana que me despierto, y supongo que será porque abandoné la prisión de oscuridad en la que me encerraba. Siento que estoy empezando a vivir ahora, y que estoy empezando a descubrir un montón de cosas que aún eran desconocidas para mi.

Poco a poco, iré contando mis andanzas, mis ires y devenires en Murcia. Por ahora me despido, hasta la próxima.

Un beso y un abrazo a todos.