DÍA 54 - DIVAD Y LEGNA

Queridos lectores;

Aqui os dejo con otro fragmento del futuro Best seller que saldrá a la luz, jajaja. Titulo provisional "Divad y Legna". Espero que os guste. La escena se desarrolla en el castillo de los vampiros de Divad, donde Legna tras haber conocido fortuitamente a Divad, le visita y juntos en un jardín de rosas negras hablan. Por cierto, la escena es muy parecida a la escena del balcón entre Romeo y Julieta.

- Escribiré arco iris por donde puedas caminar, cortaré las zarzas para no cortarte al andar... y en la orilla de mis sentimientos te escribiré versos, para que nunca me puedas olvidar. - dijo Legna mirando a Divad fijamente a los ojos, como esperando ver a través de él.

- Tus palabras resuenan, pero no se aclaran... tu voz clara como la luna, entrecortada.

- ...Para olvidarte, me arrebataría la vida. Para odiarte, me rompería mi corazón.

- No cedas versos a las estrellas, pues si a mi los entregas, a mi me los mandes.

- A ti te los mando, y a ti te llegarán, solo una disculpa por mis labios oirás una vez mas, y un perdón por la tuya mi sonrisa brillará.

- Nadie entenderá tus palabras, pues disculpas no has de pedir ni yo dar.

- Entonces amado mio, solo dos palabras te dedicaré al oído, y con ellas resonando en este jardín de rosas negras mi marcha se ocultará con la sombra que proyecta la Luna, con mis alas silbando a la noche.

- Di pues esas palabras, pues muy lejos estas de tu casa, y aquí mas enemigo que batalla, te mataría al instante, y mi corazón no lo resistiría.

- Paciencia... pues no me importa la muerte, ya que por fin te he conocido, la inmortalidad que me identifica, no es sino una mortaja del destino. Ahora que tienes mi corazón, dueño eres de mi vida y dueño serás de mi amor.

- Si, si... todo lo que tu me pidas y todo lo que tu quieras, pero por favor, mi corazón no soportaria que ahora murieras. Solo más pido, mañana al anochecer reunamonos en territorio élfico, pasaremos desapercibidos y es neutral. Ni tu ni yo moriremos, y mi corazón por ello descansará.

- Mañana pues, sin falta allí estaré. En la casa de Phillias me hallaré. Y ahora que las estrellas vuelven a brillar dentro de mi, no me queda nada mas que decir, salvo que te quiero, te quiero y te quiero... - dijo Legna mirando a la luna a medio vuelo.

- Yo también a ti, pero por favor, marcha ya fuera de este territorio, mi primo caza ángeles y no soportaria tu cadáver entre mis brazos, mi corazón ahora resucitado, moriría de nuevo y no puedo permitirlo.

- Solo una ultima cosa antes de partir, regalame un beso y saciarás mis labios, y mi corazón eufórico sabrá que me amas.

Legna baja volando hasta tierra firme donde Divad se encontraba. Justo a su lado habia una gran fuente brillando como diamantes, reflejando la luz de la luna en sus rostros, iluminando su sonrisa. Divad, pálido abnegado en oscuridad por su naturaleza, parecia brillar con las estrellas. Lentamente se fueron acercando, Divad empezó a cerrar los ojos, mientras Legna continuaba acercándose, mientras poco a poco iba cerrando los ojos. Cuando sus labios se hubieron tocado un escalofrío recorrió el cuerpo de Legna, pero a su vez un calor recorría a Divad. Continuaron besándose con el reflejo de la luna iluminando el beso, se oía correr el agua de la fuente, como único ruido de fondo, pero las estrellas, parecían llorar emocionadas, pues su brillo empezó a centellear.

- Ni por mil mundos abandonaría esta tierra en estos momentos, ni por la mas grande de las inmortalidades me separaría de ti, pues tres veces te dije te quiero, pues una sola oportunidad para tenerte tendré. - dijo Legna al separarse lentamente temblando.

- No diré mas, ahora te dejo y ahora me voy. Pero mañana te volveré a ver, y donde hoy un beso ha sido perfecto, mañana moriría por él. Pero antes de mi marcha, solo puedo prometerte bajo la Luna de testigo, que te amo hasta saciar la inmortalidad. - Divad iba alejándose, para entrar en su castillo.

Legna, echó a volar y cuando hubo salido del alcance de cualquier vampiro dijo:

- Mil sueños has cumplido, y una nueva vida me acabas de dar, quizá hoy el destino esté de nuestro lado, pero mañana sólo decir, que mi corazón jamás te olvidará. Yo también te amo, y mis alas cortaría si con ellas pudiera estar contigo, y algún día mi sentido recobrará sus fuerzas y demostrará al mundo, que la eternidad muere cuando no existe amor...

Espero que os haya gustado el breve fragmento, un beso a todos y todas.