domingo, 18 de julio de 2010

DÍA 98 - REGRESIONES

Queridos lectores;

Despiertas de un sueño incomodo e intranquilo, abres lentamente los ojos, palpas todo a tu alrededor para ser consciente. Todo deja de estar emborronado, por fin estas despierto... pero falta algo, notas la ausencia de algo importante. Te levantas maldiciendote por sentirte así sin ningún motivo. Te diriges al baño y te miras al espejo... ¿Quién está en ese reflejo?, no eres capaz de reconocerlo... algo ha cambiado, algo importante... algo que sin lugar a dudas, te definía. Echas la vista al suelo, como decepcionado, cierras fuertemente los ojos esperando despertar del sueño, creyendo que realmente sigues durmiendo aún... abres los ojos, vuelves a mirarte en el espejo, pero ahí sigue estando ese completo desconocido, no puedes evitar derramar unas lágrimas, se emborrona todo, sientes humedecerse tus mejillas y un calor muy intenso en los ojos. Te lavas la cara, y te limpias con una toalla, colgada justo al lado... con un tacto casi rugoso. Pero, los ojos siguen abnegados en lágrimas.

Regresas a tu cuarto, y lo miras todo con extrañeza. Nada te parece lógico, nada tiene sentido. No sabes que otra cosa hacer, por lo que enciendes el ordenador y te sientas para mirar algunas páginas... ¿Por qué estas haciendo esto? Sabes que no deberías y no es lo que quieres. Te respondes a ti
mismo, y tus ojos vuelven a llenarse de lágrimas. Te sientes aún mas estúpido que la primera vez, pero no puedes evitar exhalar un pequeño quejido de dolor. Te arde el pecho, te presionan las arterias, y sientes como si caes en un abismo sin fondo. El quemazón no cesa durante toda la mañana, a pesar de dejar de llorar, pero no te adoleces como necesitarías puesto que no puedes preocupar a nadie. La preocupación, la impotencia y la regresión de sentimientos hacen que la punzada se haga mas amplia, y el quemazón mas intenso... Bajas a comer, casi sin ganas, sin hambre. Introduces cada trozo de comida dentro de la boca con pesadez, y lo tragas con gran dificultad... esas nauseas no pueden ser buena señal. Comes un poco mas, pero enseguida abandonas.

Algo dentro de ti, te recuerda que sabias que esto pasaría, y quisiste evitarlo... pero aún así, te encontraste con ello. El día sigue su curso, sin muchos cambios... miras la pantalla del ordenador casi hipnotizado, como si esperaras una revelación. Y mientras tu mente sigue divagando, perdiéndose entre pensamientos casi imposibles, pero sabes que ciertos. Alguien se ha conectado, vaya... no lo esperabas, el corazón te da un vuelco... Pero el quemazón, que se encontraba descansando ha despertado y vuelve a abrir ese enorme agujero trayendo consigo esa punzada tan dolorosa que te obliga casi a chillar. Habláis, y tú no sabes qué hacer ni decir, hay tantas cosas que quisieras, pero sabes que no puedes... el quemazón, te dice que no debes.

No puedes mas, prefieres distraerte. Que mejor que tumbarse en la cama a ver algo mientras. Quizá así, la mente deje de pensar. Error, piensas mas... pero lo que es peor, llegas a pequeñas co
nclusiones antes casi dispersas como la niebla. Te sientes aún peor contigo mismo, vuelves al baño, vuelves a mirarte al espejo... Menudo aspecto, pareces un muerto. Deberías sonreír, o al menos, dejar de llorar. La conclusión se hace cada vez mas evidente, mejor negarlo, mejor borrar... si no existe, no hay nada que pensar. Todo da miles de vueltas, cada recuerdo es un espina mas. Quizá el primer segundo sonríes, el resto no son mas que fuego que desea arrasar con todo en tu interior fácilmente, como si se tratara de un bosque. La tarde se hace larga, tan larga que desearías dormir... te sientes cansado, y te adormeces. Hacia mucho que no sentías esta necesidad de dormir sin parar, y no te trae buenos recuerdos. Suena el teléfono, bien... quizá te puedas distraer un poco... ¿Es que no vas a dejar de equivocarte?

Todo sigue igual, el hilo sigue siendo el mismo, casi inagotable. Y todo te parece mal, cada partícula de ti, te repugna. Cada recuerdo, algo que borrar... y no puedes evitar, volver a llorar... ¿por qué lloras?... no es difícil adivinarlo, lloras por pena, lloras por decepción, lloras por traición y lloras por ilusión. Se hace todo claro, y mas evidente. Solo te queda una solución, ¿tendrás valor a tomarla? depende de ti, y las ganas de salir de todo esto otra vez.

No necesitas nada mas, ya sabes toda la verdad, y debes decidir que hacer con ella. Miras las cosas con odio y rencor, y no eres capaz de explicarte por qué. Recuerdas estos sentimientos, recuerdas estos acontecimientos, y recuerdas los dos meses horribles que pasaste después... Sin mas, no eres capaz de seguir aguantando, vuelves a sentarte frente al ordenador, abres tu diario, y rompes a llorar mientras escribes esto. Llegando a la conclusión, de que nada en este pequeñisimo mundo, está hecho para ti... ni tan siquiera algo tan humano, como es el amor... Caen las últimas lágrimas, ya casi no puedes ni ver, agradeces estar solo para llorar con libertad, y te despides para hacerlo con dignidad...

Un beso a todos y todas.

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